miércoles, 15 de diciembre de 2010

¿La entrevista?… ¡una tortura!

            La única experiencia que tengo de una entrevista de trabajo, se realizó hace 2 años para un trabajo temporal de dos meses en las Autopistas del Sur de Francia (ASF). Proponían puestos de cajera y agente de seguridad en las vías.


            Primero, mandé mi currículo con una carta de presentación, por correo, para una primera selección. Mi currículo fue bien preparado, pero a este momento no tenía mucha experiencia, solamente algunos trabajos temporales que no tenían que ver con el puesto de las ASF. Por eso, conté todo con mi carta de presentación dónde expliqué mis aspiraciones y motivaciones personales.

            Tras 15 días, recibí una convocatoria para una entrevista. En efecto aprobé la primera etapa pero la más difícil e importante fue la entrevista.

            Preparé mi entrevista con una amiga que trabajaba el año pasado en la empresa. Me contó todas las preguntas de los entrevistadores que le habían pedido e informaciones sobre la empresa. Por eso, pensé que ninguna persona no podría ser más preparada que yo. Es ahí dónde me equivocó…

            Me presenté a la entrevista 30 minutos antes la hora prevista, vestida de una camiseta beige, un pantalón negro con zapatos apropiados. En efecto, el puesto no exigía una forma de vestir particular, por eso opté por estos vestidos simples pero adaptados.

            La entrevista se desarrolló con dos entrevistadores, dos empleados de la empresa. Empecieron presentarse, su nombre y el puesto que ocupaban. Después, me hicieron muchas preguntas sobre lo que vieron en mi currículo; preguntas sobre mi formación, mi práctica en la empresa “Géant Casino”, mi equipo de rugby, lo que querría hacer de mi vida, cuales son mis cualidades y defectos...

            Me preguntaron también porque elegí su empresa y los contesté que mi amiga me dijo que había un buen ambiente…ERROR de mi parte! Es una respuesta demasiado simple, lo añoro pero hiciera mejor que diga la verdad…En efecto, todos los jóvenes quieren trabajar en esta empresa porque es uno de los trabajos temporales lo más remunerado.

            Contestar a las preguntas no fue lo más difícil pero después me pusieron en situación en tres casos. Por ejemplo, me recuerdo que el primer era “¿si un hombre no quiere pagar, que vas a hacer?”, contesté como lo había previsto con mi amiga, pero querían cada vez más respuestas precisas y seguían con otras preguntas que me molestaron, hasta que no pusiera responder. ¡En 5 minutos perdí todo mi sangre frió!

            La entrevista se acabó por un “gracias, te avisaría”, como en todas las entrevistas creo.
           
            Cuando salí del despacho, sabía que el puesto no sería para mi…no estaba satisfecha. Pienso que fue a causa de mi falta de confianza que cada vez me hace mucha falta. ¡Tengo que corregir esto!
  
          Además, pienso que para aprobar una entrevista es imprescindible ser tu mismo y no debes responder lo que tú crees que los entrevistadores quieren entender pero decir lo que piensas tú. Es lo que tuviera que hacer…por eso no obtuve el puesto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario